Con un diagnóstico de leucemia linfoblástica aguda y después de tres años de recibir tratamiento oncológico especializado en el Centro de Referencia Estatal para la Atención del Niña y el Niño con Cáncer (OncoCREAN), en el Hospital General de Zona (HGZ) No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Luis Potosí, Angélica “N” tocó la “campana de la victoria” como símbolo de su triunfo sobre la enfermedad.
En ese momento tan especial, la joven de 13 años estuvo acompañada de sus padres, hermanas, personal médico, de enfermería y otras categorías laborales involucradas en la atención integral de las y los pacientes.
El médico especialista en hematología pediátrica, Miguel Alejandro Estolano Ayón, refirió que, en diciembre de 2023, a Angélica se le realizó el último aspirado de medula ósea para corroborar que la enfermedad ha sido controlada e iniciar el periodo de vigilancia.
“Angélica no recibe más quimioterapia; a partir de ahora se encuentra en una etapa de vigilancia cada mes, con estudios de laboratorios, y posteriormente se espaciarán las consultas hasta que en cinco años podamos considerarla totalmente curada”, señaló.
Señaló que, bajo el modelo OncoCREAN del IMSS, los pacientes pediátricos con leucemias linfoblásticas reciben el tratamiento con protocolo nacional denominado Total XV, y consiste en tres fases: inducción a la remisión, consolidación y mantenimiento.
En el caso de Angélica, explicó que durante tres años recibió poliquimioterapia, quimioterapia con diversas formas de administración (intravenosa, intramuscular, oral), hasta terminar el tiempo del tratamiento.
El especialista señaló que la leucemia linfoblástica es el cáncer más común y corresponde al 52 por ciento de todos los cánceres en la población infantil; generalmente los síntomas inician durante la etapa preescolar y escolar, sobre todo entre los 5 y los 14 años.
Expuso que se trata de una enfermedad caracteriza por la producción de células anormales y sus síntomas pueden ser fiebre sin un foco aparente, palidez progresiva, cansancio que no les permita hacer sus actividades normales, aparición de moretones como en la espalda, brazos o pecho; sangrados de nariz profusos, además de crecimiento de bolitas en el cuello o aumento de tamaño del hígado o bazo.
Por su parte, los padres de Angélica, Jorge Alberto “N” y María Guadalupe “N”, compartieron que fue una etapa muy difícil para la familia, por lo que, expresaron su reconocimiento al personal de la institución por haber hecho posible la recuperación de la salud de su hija.
“Agradezco al IMSS y a todo el personal, las personas encargadas de la limpieza y el director del hospital, por sus buenas atenciones; también nos canalizaron a hospital de Monterrey para estudios; tuvimos todo el apoyo”, sostuvo el padre.
Finalmente, Angélica comentó: “me siento muy bien y emocionada porque pude superar todo; claramente dije que ya no quería estar aquí y ahorita estoy muy feliz por esto, y muy agradecida con mi doctor”.