El constante encarecimiento de los combustibles está dejando huella no solo en los bolsillos de las familias potosinas, sino también en los costos de servicios, productos y hasta en la salud pública. Así lo advirtió la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en San Luis Potosí, al destacar la necesidad urgente de una transición hacia fuentes de energía más sostenibles.
Luis Gerardo Ortuño Díaz Infante, presidente del organismo empresarial en el estado, explicó que la idea de estabilizar los precios de los energéticos es poco realista, debido a que estos se rigen por el mercado internacional. “No podemos hablar de un control real de precios cuando dependen de factores externos. Pero lo que sí está en nuestras manos es acelerar el cambio hacia energías limpias”, señaló.
En ese contexto, el representante empresarial destacó que la solución a largo plazo pasa por adoptar tecnologías como la energía solar, la eólica y el impulso a la movilidad eléctrica. “No se trata solo de una alternativa económica, sino de un compromiso ambiental y social”, añadió.
Ortuño también hizo un llamado al autocuidado energético tanto en el ámbito industrial como doméstico. “El uso racional de la energía y de los combustibles debe ser parte de nuestra cultura diaria. No podemos seguir desperdiciando recursos que son cada vez más costosos y escasos”, subrayó.
La preocupación se agrava porque el incremento de los combustibles tiene un efecto dominó: eleva los precios del transporte, de los alimentos, de los insumos médicos, y por ende, termina afectando la salud y calidad de vida de la población. “El gas, el combustible y la electricidad son bienes de primera necesidad. Si su precio sube, todo lo demás también”, concluyó Ortuño.