Pacientes de la Clínica Número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ubicada en la avenida Nicolás Zapata, denunciaron este martes una serie de irregularidades durante la jornada de toma de muestras de laboratorio, principalmente en los consultorios uno y dos, destinados a personas adultas mayores, con enfermedades crónicas y con discapacidad.
De acuerdo con los testimonios, los y las técnicos laboratoristas encargados de estas áreas llegaron con un retraso de hasta 40 minutos, a pesar de que el servicio de toma de muestras comienza puntualmente a las 7:00 a.m.. Esta situación generó confusión y molestia entre los derechohabientes, muchos de ellos en condiciones vulnerables.
“La clínica puede estar colapsada, lo entendemos, pero no es justo que quienes más necesitan el servicio sean los más afectados”, señaló una de las pacientes en espera, quien fue reubicada de consultorio debido al retraso.
Ante el desorden, el área de recepción de citas y laboratorio se vio obligada a intervenir, solicitando a los pacientes que se formaran nuevamente para entregarles nuevas fichas de atención. Sin embargo, esto solo aumentó la espera y el desconcierto entre los usuarios, muchos de los cuales llevaban horas en ayuno o requerían atención urgente por su estado de salud.
Entre las personas afectadas se encontraban pacientes con enfermedad renal, discapacidad motriz e intelectual, y adultos mayores que reportaron haber sido atendidos de forma tardía, pese al reordenamiento del flujo de pacientes.
Además, se reportó que el técnico laboratorista asignado al consultorio uno —el último en llegar— habría tratado a los pacientes de manera déspota e inhumana, lo que incrementó la indignación entre quienes esperaban ser atendidos.
Ante la situación, varios usuarios solicitaron al personal del área de Técnico en Atención y Orientación al Derechohabiente (TAOD) levantar un reporte formal, a fin de que en futuras jornadas se garantice mayor organización y se asegure la puntualidad del personal, así como un trato digno para todas las personas, especialmente aquellas en situación de mayor vulnerabilidad.
Los derechohabientes recalcaron que no todo el personal es responsable de lo sucedido, pero que es urgente mejorar la coordinación interna del servicio para evitar que este tipo de fallas afecten la calidad de la atención médica.