“Las madres de los desaparecidos queremos justicias”. Con esas palabras, Edith Pérez Rodríguez, presidenta del colectivo Voz y Dignidad por los Nuestros SLP AC, inauguró una jornada de lucha y dolor. La marcha anual del Día de la Madre, lejos de ser un homenaje, fue un recordatorio crudo de la crisis de desapariciones que sigue golpeando a cientos de familias en San Luis Potosí.
Desde temprano, madres de todas las regiones del estado se reunieron en la Calzada de Guadalupe y recorrieron el centro histórico, cargando lonas con los rostros de más de 300 personas que han desaparecido en los últimos 14 años. Al llegar al Palacio de Gobierno, extendieron las imágenes en el suelo, convirtiéndolas en una alfombra de rostros ausentes. Pero el reclamo no solo fue por los desaparecidos, sino también por la indiferencia institucional. Exigieron la creación de la Fiscalía Especializada en Desaparición Forzada y por Particulares, la capacitación urgente de legisladores en perspectiva de derechos humanos, el pronunciamiento y la acción inmediata del gobierno estatal ante el aumento de desapariciones, y la investigación de fosas clandestinas que siguen sin procesarse por falta de personal especializado.
En medio de la protesta, Pérez Rodríguez cuestionó la falta de respuestas por parte del gobierno estatal y los legisladores, señalando que han ignorado por años sus peticiones. “Nos dicen que no hay presupuesto, pero sí hay dinero para otras cosas. ¿Por qué no hay recursos para una Fiscalía si las desapariciones han aumentado un 300% desde 2018?”, denunció con firmeza. A su lado, otras madres reforzaron el reclamo. La madre de Édgar Hernández Escobar, desaparecido en 2023, exigió acción inmediata y dejó claro: “No nos importa que empaticen, lo que necesitamos es que trabajen, que hagan algo por nosotros”. La madre de Emir Yuriel, localizado sin vida hace unas semanas en una fosa en Rioverde, exigió que los diputados salgan con ellas a buscar a los desaparecidos, porque hace falta disposición y vivir de cerca este dolor que flagela a todo el territorio mexicano.
La indignación alcanzó también al subsecretario de derechos humanos, Jorge Vega Arroyo, quien se negó a emitir un posicionamiento y delegó su responsabilidad en el diputado Luis Fernando Gámez Macías. Las madres no ocultaron su enojo: “¿Cómo puede él solucionar algo si ni siquiera forma parte de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso?”, cuestionaron. Cuando Gámez les aseguró que ya tenía en sus manos la iniciativa para la creación de la Fiscalía especializada, las madres expresaron su desconfianza. Le reclamaron la tardanza y la falta de voluntad política: “No necesitamos que la analicen, necesitamos que la aprueben. Nos dijeron 2024, ahora nos dicen 2025. No aceptaremos 2026. La impunidad sigue, y cada día hay más desaparecidos”, sentenciaron con firmeza.
Las buscadoras entregaron prendedores con forma de corazones rotos como símbolo de compromiso, pero no todas accedieron. Algunas madres se negaron a dárselos a los diputados, diciendo claramente: “No creemos en las promesas de ningún partido”. Al cierre del evento, Edith Pérez Rodríguez habló con firmeza frente a la multitud y los funcionarios presentes: “Mientras haya un desaparecido sin respuesta, lo que haga el Estado nunca será suficiente”.