Las denuncias de ciudadanos preocupados por las condiciones en las que operan algunos centros de rehabilitación en San Luis Potosí han puesto al descubierto una grave situación: decenas de “anexos” funcionan de manera clandestina, sin personal médico, sin protocolos de atención y en espacios totalmente inadecuados, como casas habitación improvisadas.
Así lo reveló Javier Urbano Herrera, titular de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), quien reconoció que gracias a la participación de la ciudadanía, se ha podido iniciar con inspecciones más puntuales.
“Nosotros hemos dado vista a 10 hasta el momento, pero estoy seguro que hay más. Es cuando necesitamos la denuncia de los ciudadanos”, indicó el funcionario.
Anexos sin control: casas disfrazadas de centros de rehabilitación
Las irregularidades que se han encontrado son graves. De acuerdo con Herrera, existen lugares donde familiares dejan a sus seres queridos con problemas de adicciones sin saber que no hay valoración médica, ni procesos adecuados de desintoxicación, y mucho menos condiciones básicas de higiene.
“Hay baños, cocinas y regaderas en condiciones deplorables. Son casas comunes habilitadas como anexos, sin permiso ni estructura sanitaria”, denunció.
Coepris ha logrado certificar alrededor de 60 centros que sí cumplen con los lineamientos legales y sanitarios. Sin embargo, se estima que hay muchos más operando en la clandestinidad. Las limitaciones legales impiden, en algunos casos, la clausura inmediata, ya que muchos tienen pacientes internos, lo que requiere la intervención de instancias como el DIF Estatal, el Ministerio Público y Protección Civil.
“Cuando hay pacientes adentro, no podemos simplemente colocar un sello. Necesitamos coordinar con otras autoridades para garantizar la seguridad de todos”, señaló Herrera.